En la víspera del domingo de Pentecostés, la Diócesis de Segorbe-Castellón vivió una intensa experiencia de fe con su tradicional Vigilia Diocesana, organizada por la Delegación de Laicos, y enmarcada dentro del Jubileo de los movimientos y asociaciones laicales.

Bajo el lema “Testigos de esperanza en el mundo”, la jornada comenzó en la Iglesia de la Sangre con una oración de alabanza animada por la Renovación Carismática. Posteriormente, se llevó a cabo una peregrinación hasta la Basílica del Lledó, donde se detuvieron en ocho estaciones para meditar sobre temas sociales y espirituales: paz, vida, libertad, salud, jóvenes, migrantes, ancianos y pobreza, según las orientaciones del Papa Francisco en la bula del Jubileo .

La peregrinación culminó con una solemne Vigilia de Oración en la Basílica presidida por Mons. Casimiro López Llorente. Con el Cirio Pascual entronizado y acompañados por el Coro Diocesano “Cantarem”, los fieles vivieron momentos de recogimiento en torno a la Exposición del Santísimo Sacramento bajo el canto del “Ven, Espíritu Creador”.

En su homilía, Mons. López Llorente animó a los asistentes a abrazar una “disponibilidad misionera” y a convertirse en sal y luz en el mundo. Finalmente, se rezó la Oración del Jubileo y la velada concluyó con una cena de sobaquillo en los exteriores del templo, fortaleciendo los lazos comunitarios.

Esta Vigilia diocesana 2025 fue descrita por los participantes como “un cenáculo abierto al mundo”, una experiencia de comunión y envío que encendió la llama de la esperanza en la Basílica del Lledó