La Santa Troballa

La tradición más antigua de la” troballa” de la imagen se conserva en un texto contenido en el Llibre de Be e de Mal del Archivo Municipal de Valencia, de 1366. Según el cronista, aquel mismo año, mientras un labrador llamado Perot (Pedro) de Granyana araba con sus bueyes, levantó una piedra junto a las raíces de un almez, bajo la cual apareció la imagen.

El labrador insistía en llevarse la imagen, que en este caso era la figura de una mujer orando, a la ciudad para mostrarla a las autoridades, pero cada vez que lo hacía, esta desaparecía, por lo que lo trataron de loco.

Cuando por fin, ante la insistencia del agricultor, el Consejo de la Ciudad, le acompañó al punto donde encontró la figura, hallaron un milagro. Encontraron la figura rodeada de ángeles, por lo que, ante esta celestial aparición, decidieron edificar la ermita en ese mismo lugar.

Según esta tradición, por haber sido encontrado bajo un almez, a partir de su fruto (almeza o, en valenciano, Lledó), a esta imagen se la conoce en valenciano con el nombre de “Mare de Déu del Lledó”. Tras el hallazgo de la imagen, como hemos dicho, se construyó una capilla en el mismo lugar, que fue ampliada posteriormente y a través de los siglos, tras el auge de la devoción.

En 1375 el cardenal Pietro Corsini concedió la gracia de poder celebrar misa diaria en el santuario. Desde entonces fueron sucediéndose diversas gracias por los pontífices a favor de la devoción a la imagen, destacamos algunos:

Clemente XI publicó sendos breves en los que se concedía indulgencia a los cofrades de Nuestra Señora de Lidón (breve de 1702) y a quienes visitasen el santuario el día de la Purísima.

El papa Pío XI proclamó el 8 de noviembre de 1922 a la imagen patrona de Castellón. Con este motivo la imagen es colocada en el pecho de una escultura de mayor tamaño, y comienza a ser vestida con ropajes y mantos bordados.

Benedicto XVI concedió especiales gracias con ocasión del Primer Año Mariano de Lledó, en el año 2008.

En 1945 es la primera vez que la ciudad de Castellón rinde pleitesía a su patrona con la celebración de las fiestas de la Magdalena, haciéndole una ofrenda de flores.

*Más información en documentos y escritos de los siguientes autores: Ángel Sánchez Gozalbo, Joan Llidó i Herrero, Miquel Cura y Francesc Gusi, Joaquín Campos Herrero, Josep Miquel Francés Camús, entre otros.